sobre las colinas rompe el hielo el silencio
de la tarde y en su hondo crepitar me encuentro
con ancestrales dioses que mi cuerpo habitan
nubes más allá de resplandecientes soles
que todo lo amenazan y oscurecen
o lo enaltecen y también lo alimentan
y sobre aquellos atardeceres de fríos
cristales tú y yo tendiendo puentes
y sobre aquellos atardeceres de fríos
cristales tú y yo tendiendo puentes
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